martes, 22 de septiembre de 2015

EBG 04 BASES PARA LA PROGRAMACIÓN LOCAL PARTICIPATIVA

Para la Programación Local se proponen como base de sustentación los siguientes enunciados:

1.- EL NIVEL LOCAL ES PARTE DE UN TODO.

Aunque el nivel local tenga un grado creciente de autonomía, ésta no puede ser igual a separación o anarquía, ya que la programación local abarca el subsistema donde confluyen y se encuentras las necesidades y los recursos, pero manteniendo la concepción de un sistema como un todo, responsable de la direccionalidad del plan integral.

El nivel local es el espacio de concertación por excelencia, por eso hay que hacerlo preferentemente desde posisiones de prestigio, lo que se traduce en ventajas e incentivos, pues a nadie le interesa concertar con el que no tiene nada que ofrecer.





2.- NO ES POSIBLE HACER TODO EN TODOS.

La desproporción entre las necesidades y las demandas cada vez mayores, ante los recursos limitados, constantes o decrecientes, reta la imaginación de los programadores locales para evitar el derroche en la miseria, a fin de lograr más producto con el menor insumo.

Dado que los recursos son limitados (y siempre lo serán) éstos deben aplicarse con un claro criterio de priorización, identificando los problemas, riesgos y necesidades, dentro de una estrategia de tres categorías: La de ataque, concentrando altos recursos en los problemas principales, la de mantenimiento, disminuyendo recursos en las acciones que alcanzaron a incorporarse en el almacén de rutinas y la de consolidación en la que los problemas que ya pasaron por las categorías anteriores y que por su naturaleza, sólo requieren de un proceso de vigilancia.

3.-EN LA PROGRAMACIÓN DEBEN PARTICIPAR TODOS.

En el ejercicio de la programación nadie puede estar excluido de la participación ni de la responsabilidad. La activación de la participación favorece un grado creciente de compromiso, requiere de estrategias flexibles que vehiculicen la expresión de los grupos formales e informales, garantizando realismo en la programación y un marco de responsabilidad recíproca con el enfoque derecho-deber, donde se apoye vehementemente aquello que esponda a las necesidades sentidas y que necesariamente cuestione, reoriente o elimine, las que no se adecuen a sus aspiraciones.

4.- EL PROGRAMA DEBE CONSIDERAR TODO.

La programación como un acto permanente, coherente, flexible y dinámico, debe reconocer que solo hay un tiempo, un espacio y un recurso, en el cual, donde y con que realizar las actividades, de tal forma que debe ser integradora y con gran capacidad adaptativa a cada momento.

Otro aspecto a considerar es el relativo a la temporalidad con el fin de poder entender la problemática a partir de la cual elaborar el plan de trabajo, estimando escenarios futuros posibles, probables y deseables.

La programación debe ser tan heterogénea como heterogéneos son los problemas a resolver. Los límites de la programación local estarán marcados por el grado de creatividad y entusiasmo del recurso humano local.



jueves, 3 de septiembre de 2015

EBG 03 PLANEACIÓN

Fuente imágen: www.arqpuentes.blogspot.com

"PUENTE QUE ACORTA LA BRECHA ENTRE EL PRESENTE Y EL FUTURO"


En México generalmente utilizamos las palabras planeación y planificación casi como sinónimos, en todo caso la primera cuando se refiere a ambientes micro, de planes individuales o de pequeños grupos y la segunda a aspectos macros, institucionales o corporativos, de grandes proyectos a largo plazo. Recuerdo esta confusión en Barcelona, España, cuando los alumnos casi se burlaban de la palabra planeación e imitaban extendiendo sus brazos lateralmente simulando el vuelo de un planeador. Este  escrito es sobre la planeación táctica, no  la estratégica.

La Planeación, puente que acorta la brecha entre el presente y el futuro, es un instrumento de cambio entre un aquí y ahora incómodo o insatisfactorio y un allá y entonces anhelado y esperado. Conecta la realidad percibida de problemas, carencias y necesidades (diagnóstico situacional) con una situación ideal de resultados satisfactorios (objetivos esperados).  Se trata de un proceso de toma de decisiones anticipadas para alcanzar un futuro deseado que no ocurriría a menos que se haga algo para lograrlo.

Ésta función de todos los gerentes, tiene como elemento sustancial la generación de ideas y pensamientos,  ocupando  la fase inicial del ciclo administrativo (planear, organizar, integrar, dirigir y controlar), precede a la ejecución y es gemela del control. Se justifica por la necesidad de racionalizar, ante la desproporción entre problemas y recursos y el desequilibrio entre aspiraciones y posibilidades, ya que reduce la incertidumbre, minimiza el riesgo y genera eficiencia, motivación y compromiso.

Dos son las funciones de la planeación, prever y planear. La primera es la suposición o conocimiento que permite visualizar anticipadamente, por medio de indicios, los eventos  que pueden ocurrir a fin de utilizar mecanismos de prevención de un futuro inesperado. La segunda es diseñar gráficamente un plan de acción, en sus dimensiones sujeto, elementos, tiempo, con el ordenamiento de objetivos, recursos y procedimientos que se dirigen a la meta, con asignación de tareas en forma cronológica, respetando los principios básicos de compromiso, flexibilidad, simplificación, uniformidad y equilibrio.

Etapas de la Planeación

1.-Diagnóstico de la situación actual, valorando si es modificable o no. La planeación como método para decidir las actividades a desarrollar requiere de un cuidado inicial en la recolección de datos, a fin de identificar y jerarquizar problemas, haciendo un mapa de actores internos y externos, que incluya no sólo amigos y aliados, sino también rivales y adversarios que aumentan la resistencia al cambio, porque no puede haber un solo eje de raciocinio, la racionalidad es plural y los intereses son infinitos.

2.-Formulación de un Plan, expresión gráfica del proceso mental racional según prioridades. Un paso importante es el establecimiento de objetivos determinados, entre más claridad, mejor proceso, “el que no sabe dónde va, ya llegó”  y “al que navega sin rumbo, todos los vientos le son favorables”. Incluir fines ideales inalcanzables, pero infinitamente aproximables. Fijar objetivos tácticos operacionales, realistas y factibles, que se conviertan en logros fuera del período de la planeación. El plan también debe establecer nivel de operación y actividades.

3-Discusión y aprobación del plan, cuidando que no sea rígido y convencional, sino que sea flexible refinando por aproximaciones sucesivas, las alternativas, dentro de criterios éticos y técnicos, algunas veces políticos. Resulta capital identificar fuentes de financiamiento, recordando al inolvidable Maestro José Laguna García, que nos decía: “programa sin presupuesto es sólo una lista de buenas intenciones”.    
 
4.-Ejecución del plan según indicaciones específicas, monitoreando y supervisando la puesta en práctica del plan con una actitud proactiva, si es posible con una direccionalidad horizontal ascendente y no tan vertical descendente. “Los mexicanos tenemos mucha iniciativa, pero poca acabativa”, entre más breve sea el tiempo para predecir el futuro, mayor probabilidad de que acertemos, por eso los planificadores profesionales deben tener algo de lo que carecen congénitamente: Flexibilidad.

5.- Evaluación del Plan, según desarrollo de resultados y cambios perceptibles mediante un nuevo diagnóstico de situación. Un planificador que se respete, dedica la mitad de su tiempo para presentar propuestas de solución para todo tipo de problemas, sin importar índole, sin embargo requiere del otro 50% de su actividad temporal, para justificar porque no se obtuvieron los resultados prometidos y para encontrar a los culpables de ese fracaso, porque “toda autoevaluación termina en informe triunfalista”.





Opciones de futuro

Uno puede acceder al futuro, aún si se ignora el diagnóstico situacional, dejando que las cosas evolucionen por inercia, (inactivismo) pero lo más seguro es que se llegue con un alto grado de incertidumbre y riesgo.  Si creemos conocer nuestra realidad, pero permanecemos expectantes e inactivos, el futuro será fatal e impredecible.

Cuando comprendemos nuestra realidad, valoramos la magnitud de nuestros errores y problemas, tomamos acciones congruentes y realistas, quizá abatiremos la incertidumbre (nunca se elimina totalmente) y nos aproximemos al objetivo esperado, según nuestro compromiso.

Lo más común es tratar de deducir el futuro en forma retrospectiva de acuerdo con el pasado, en forma determinística y probabilista, aunque no faltan los optimistas o ingenuos que creen que con un ejercicio de planificación (por muy participativa que sea), cumpliendo estrictamente todos los procedimientos previstos, es posible torcer el destino en forma absoluta, sin considerar lo que dijo el campesino maliense: “de una forma piensa la cabra, pero la gallina piensa distinto”, en términos técnicos, cuando usted está pensando que pase algo, hay muchos actores, comúnmente desconocidos para usted, que quieren exactamente lo contrario, sin que sea eso algo personal, algunas veces sí.


En otras palabras la planeación a muy largo plazo no es posible humanamente, porque no se puede garantizar que todo lo que se escribe se podrá llevar a cabo. 

Decía Ezequiel Paz, Consultor OPS/OMS “he vivido siempre de la Planificación, lo único que no he podido es planificar mi vida”

sábado, 25 de abril de 2015

EBG 02 GERENCIA


Aunque algunos, no pocos, consideran que la Administración en “ganarse el pan, con el sudor del de enfrente” o “no dejar para mañana, las cosas que puede hacer otro”, la Administración es una cosa seria. Es el arte y ciencia que permite que los organismos logren sus fines. Etimológicamente, la palabra administración se deriva de ad, hacia, minus, servicio y ter, comparación que podemos esquematizarla como un ciclo con diferentes fases, sintetizadas en cuatro grandes funciones: Planeación, Organización, Ejecución y Control.

El elemento sustancial de la planeación es la generación de ideas y pensamientos; de la organización, la integración funcional de recursos materiales, cosas, que determinan la arquitectura de la estructura y la composición y distribución de la fuerza de trabajo; la ejecución se basa en las personas, tanto en aspectos de productividad como de satisfacción de los recursos humanos y el control incluye procedimientos de supervisión, monitoreo y evaluación de resultados.

La Gerencia es un proceso de información decisión y acción; en donde se enjuicia con serenidad, se decide con firmeza y se ejecuta con  energía. Tiene como marco teórico conceptual a la Administración, ya que está fundamentada en experiencias (definidas por valores), conocimientos (medios) y expectativas (fin), con un enfoque de trabajo sincrónico, armónico y complementario. 

La Gerencia tiene razón de ser con la presencia del protagonista de la conducción: el Gerente, cuyos estilos, enfoques y comportamientos serán la base del éxito o fracaso como director de la ejecución de la gestión.

Pero cuidado, hay gerentes que merecen el título, y otros que agravian hasta el nombre, pues su “gestión” es más bien burocrática, recordemos que el burocratismo es la patología de la burocracia y ésta, muy respetable por cierto, es una forma organizativa de división sistemática del trabajo que nace en el feudalismo para poder manejar eficientemente la magnitud que representaba el Estado cada vez más complejo.

La diferencias entre gerente Gerente y gerente Burocrático, estriban entre otras cosas en que el primero busca cambios, es creativo, discrecional y efectivo, se mide a si mismo por resultado, trabaja como un arte por función, toma decisiones, tiene objetivos, utiliza la heurística, en fin hace lo correcto, aunque no todo lo haga correctamente. En tanto el segundo se sumerge en la rutina, es un normativo de obediencia ciega, puede ser eficiente en tanto que le importan los procesos, aunque puede aplicar criterios científicos trabaja por tarea, llevando a cabo procedimientos en los que se disciplina a las metas, aplica a criterio raso la prescriptiva, en fin hace correctamente lo ordenado, aunque no siempre haga las cosas correctas para la salud de la administración, el personal o los fines de la empresa.


El equipo mínimo indispensable para un gran Gerente, es un cerebro soñador, que pueda transformar los pensamientos en hechos, llevar la teoría a la práctica, las abstracciones a concreciones, las generalidades a soluciones específicas, los documentos a logros, las intenciones a acciones, los pronunciamientos a instrumentos, las concepciones a aplicaciones; con conocimientos suficientes que le inspiren autoconfianza y un corazón suficientemente sensible para tener empatía con su equipo de trabajo, para que los ideales se hagan realidad, el qué hacer se transforme en cómo hacer, de tal manera que pueda conectar la neurona al músculo.

Otro aspecto toral que hace la diferencia entre los gerentes es el enfoque que aplican en la planificación, se puede ser normativo o estratégico, con planeación reactiva o proactiva, autoridad jerárquica o funcional, liderazgo rígido o situacional, con burocracia administrativa o gerencia estratégica, administración convencional o aproximaciones sucesivas, proclive a la limitación o a la motivación, con centralización del poder o poder compartido, vertical descendente u horizontal ascendente, rígido y estático o flexible y dinámico, con dirección autoritaria o dirección participativa, con restricción en la comunicación o con amplia comunicación, en organización lineal o en organización matricial, basado en diagnósticos retrospectivos o en estudios prospectivos, con evaluación cuantitativa o cualitativa, da importancia al proceso o la da al resultado, racionalidad única o racionalidad plural, soluciones únicas o soluciones concertadas, un solo eje de raciocinio o ejes múltiples, solo amigos u otros actores (amigos y enemigos), solo aliados o aliados y adversarios, no hay concesión o bien se abren otros caminos dando concesiones.

Para valorar la Gerencia, recuerden: No es lo mismo hacer las cosas correctamente, que hacer lo correcto